Josué Natán es un apasionado compositor, autor, programador, maestro, coach y devoto seguidor de Jesucristo, cuya misión de vida es llevar el amor de Dios a lugares frecuentemente olvidados, tanto en el mundo como en el corazón humano. Su escritura invita a los lectores a caminar con valentía hacia su quebranto y descubrir al Dios que no solo ve su dolor, sino que se sienta con ellos en él. Para Joshua, la fe no es un espectáculo ni una lista de tareas, sino un viaje crudo y honesto de transformación a través de la gracia.
Sus libros, incluyendo Las Lágrimas de Dios y Mejor Que Tener la Razón, están profundamente arraigados en la experiencia vivida y la revelación espiritual. Las Lágrimas de Dios, aunque breve en extensión, transmite un mensaje profundo sobre el sufrimiento compartido de Dios con la humanidad. En Mejor Que Tener la Razón: Siempre Tenía la Razón Hasta Que Descubrí Cómo Tener Relación, Joshua reflexiona sobre una de las enseñanzas más poderosas que haya escuchado, un mensaje de Jack Frost que transformó radicalmente su comprensión del amor, la humildad y la conexión humana.
La fe de Joshua no se forma solo por libros o sermones, sino por momentos que atravesaron su alma y cambiaron su rumbo. Recuerda apenas tres sermones de los miles que ha escuchado, cada uno grabado en su memoria por su poder, vulnerabilidad y verdad. Desde un predicador elegantemente vestido en Titusville, Florida, que literalmente se despojó de su ropa, mostrando agujeros, prendas desgarradas y tatuajes para revelar humildad y autenticidad, hasta un pastor en Louisiana que guiaba silenciosamente a musulmanes a Cristo a través de la amistad genuina y el respeto cultural, Joshua ha aprendido que la transformación no ocurre mediante la fuerza, sino a través de la relación, la honestidad y el amor.
Durante los últimos trece años, Josué ha hecho su hogar en Guatemala junto a Mónica, el amor de su vida y su mayor maestra, y sus hijos. Allí, lleva a cabo su ministerio no desde púlpitos, sino en canchas de fútbol de tierra y en los corazones de los jóvenes. En un país donde muchos jóvenes enfrentan un futuro de desempleo parcial y paternidad temprana, Joshua los alcanza a través de lo que más aman: el fútbol. Su labor incluye formar equipos juveniles, distribuir uniformes y alimentos, y construir relaciones a largo plazo basadas en el amor, el respeto propio y la fe en Cristo. El sencillo regalo de una camiseta nueva, símbolo de dignidad y pertenencia, a menudo abre la puerta a conversaciones más profundas sobre identidad, propósito y salvación.
Josué no está afiliado a ninguna denominación o iglesia en los Estados Unidos. En cambio, elige hablar en línea con grupos juveniles, discipular a jóvenes líderes y recorrer los caminos difíciles del ministerio sin buscar el protagonismo. Frecuentemente organiza conversaciones con misioneros que visitan Guatemala, instándolos a ir más allá de las sesiones de fotos y enfocarse en un evangelismo sostenible. En una región propensa a terremotos y pobreza, desafía a los equipos misioneros a concentrarse menos en construir estructuras de madera frágiles y más en soluciones duraderas.
Una de las visiones a largo plazo de Josué incluye convertir contenedores de transporte en espacios seguros y accesibles con cocina y baño. Después de visitar innumerables hogares donde las familias aún cocinan y se bañan sobre pisos de tierra, se sintió impulsado a generar un cambio que mejorara tanto la salud como la dignidad. Aunque este sueño requiere donaciones futuras, las ventas actuales de libros de la Serie Semillas del Alma financian directamente uniformes de fútbol y suministros para el trabajo juvenil en ministerios de Guatemala.
Cada libro comprado ayuda a apoyar esta misión. Tener en inventario Semillas del Alma en la biblioteca de tu iglesia o en tu librería no solo comparte el Evangelio, sino que también ayuda a vestir a un niño con algo que nunca había tenido antes, algo que le dice que importa.
Ya sea que busques un orador invitado, una conversación significativa o a alguien que ministerie a tu grupo juvenil, estoy a solo una llamada de Zoom de distancia.
Estoy disponible para entrevistas, charlas y sesiones de ministerio virtual. Conectémonos y sembremos semillas que crezcan.